Abro
los ojos, y lo primero que escucho es esa odiosa musiquita que tiene
mi móvil como alarma.
Me
quedo, por unos instantes mirando el techo de mi habitación.
Y
así comienza mi rutina.
Me
levanto, y voy a mi armario a ver que me puedo poner para ir al
instituto.
Me
quedo pasmada delante de mi armario ¿Que diablos podría ponerme,
hoy? SI tuviese mi bufanda...
Mi
bufanda, maldito sea Harry, y todo su ser.
Por
su culpa, se me olvido la bufanda en aquella maldita azotea, y,
cuando subí para recuperarla, va, y no la encuentro.
Seguro
que se habrá ido volando, y la habré perdido de por vida, oh, mi
bufanda, mi bufanda favorita.
Miro
mi muñeca, en busca de algún especie de reloj, pero no hay nada.
Pongo
los ojos en blanco.
Miro
a mi espalda, y veo que son las 7 y media. Hum, llego tarde.
Cojo
un suéter cualquiera, unos leggins negros y mis preciadas Vans, y me
visto.
Salgo
del cuarto y voy a al aseo.
Intento
girar el pomo de la puerta, pero esta cerrada desde dentro.
Volteo
los ojos y llamo a la puerta.
-¡Que
tengo prisa! -chillo.
-¡Un
momento! -escucho la voz de mi hermana desde dentro.
-¡Cou,
que tengo prisa, que llego tarde! -dijo pesadamente.
Se
abre la puerta y se asoma la cabeza de mi hermana, que me mira mal.
-Uno,
no me llames así, y dos, te jodes.
Y
cierra la puerta.
¿Pero,
esta chavala... Que fumara, para estar así?
Llamo
de nuevo a la puerta, pero con mas fuerza.
-¡Cou,
Cou, Cou, Cou, Cou!
Rió
malvadamente, y mi hermana abre otra vez la puerta.
Doy
unos pasos atrás, ya que su cara, da miedo.
Me
tira un trozo de jabón de ese, que esta mas duro que una piedra, a
la cabeza.
-¡Ah!
¡Que me matas! -me quejo.
Mi
hermana siempre ha tenido mucha puntería, os habla la voz de la
experiencia.
Miro
mi reloj y veo que son menos cuarto.
Bien,
Claire, bien.
A
los 5 minutos, sale con una sonrisa triunfal.
Le
intento tirar la pastilla de jabón, que vaya nombre, también, que
le pusieron al dicho objeto. Pastilla, já. Pero mi hermana, lo
esquiva, y se queda pegado en la pared.
Entro
en el aseo, y me asusto al ver la cara que tengo.
-Vaya,
me ve alguien así, y le amargo la existencia -murmuro.
Me
lavo la cara, me cepillo los dientes y me hago una coleta alta.
-Ale,
y voy que chuto.
Salgo
de aseo, y mi hermana vuelve a entrar en el como si de un
correcaminos se tratase.
¿Pero...
Esta chiquilla... Que hará, tanto tiempo ahí metida? ¿Buscar un
tesoro?
Voy
al recibidor y cojo mi mochila, me la pongo al hombro y me miro en el
enorme espejo que hay ahí.
El
móvil.
Voy
a mi cuarto, cojo el móvil, que están conectados a los cascos, y
vuelvo al recibidor.
Las
llaves.
Mierda,
cabeza, piensa todo lo que se me olvida de un tirón, por que si no,
no damos a basto ¿Eh?
Vuelvo
a ir a mi cuarto y cojo las llaves. Vuelvo a ir al recibidor.
Mi
collar.
Miro
mi pasillo, con pereza.
Bah,
con eso puedo sobrevivir un día.
Abro
la puerta de la calle y salgo.
Voy
al ascensor y en un momento estoy en la calle.
Mierda,
una chaqueta.
Miro
la puerta de mi finca.
Demasiada
pereza, lo siento.
Pienso,
por un momento, que no me hará falta, ya que Harry ha venido a
buscarme, como todos los días.
Me
doy con una mano en la cabeza.
¡Olvidate
de ese recuerdo, estúpida mente!
Me
alargo las mangas para tapar mis manos, y me pongo los cascos y
activo la música de mi móvil mientras camino.
-Cause
even the stars they burn
Susurro,
a medida que escucho I Won't Give Up, de Jason Mraz.
Escucho
unos pitidos de motos, y levanto la cabeza.
Derek
y Alison pasan con la moto de Derek de largo, y me saludan.
Yo
hago lo mismo, con una sonrisa.
Seguro
que va a dejar a Alison a su instituto.
Me
centro de nuevo, en la música, y ahora esta sonando Con las ganas,
de Zahara.
Esta
canción me la paso Bella, y, aunque este en español, se mas o menos
lo que dice.
A
los 10 minutos llego al instituto, que no es que viva a la otra
punta, pero mis pasos a estas horas de la mañana son como los de un
pájaro.
No
hay nadie en las clases, genial, toma bronca.
Entro
en mi clase, con cara de cachorrito abandonado.
-¡Señorita
Davis! ¿Que son estas horas de llegar a clase?
-Jo,
profe..
-¡Ni
jo, ni já! ¿Sabe que hora es?
-Yo
es que soy de letras...
Toda
la clase se ríe, y el me mira con humo saliendo por las orejas.
-¡Castigada
a la sala de convivencia!
-¡Pero...!
-¡Castigada
ahora mismo!
Bufo
y salgo de clase pegando un portazo.
El
profesor abre la puerta y me mira con los ojos inyectados en sangre.
-¿Que,
ahora que? -pregunto sin desgana.
-¡Y
un respeto a tus profesores!
-¡Pero...!
Y
cierra la puerta.
Le
doy una patada a la pared, y me hago daño.
Me
cojo el pie, dando saltitos con una sola pierna.
-¡Genial!
-digo con rabia.
Voy
a la sala de convivencia y la profesora que esta de guardia, me mira
negando con la cabeza.
-No
tienes remedio, Claire. -me dice negando, con esa forma tan suya.
Me
siento en una silla y dejo la mochila a mi lado de mala manera.
-Si,
ya lo sé.
-Todos
los días igual.
-¡No!
Ayer no.
-Ayer
fue Domingo.
Pongo
los ojos en blanco.
-Tu
antes molabas, profe.
Ella
me mira pesadamente.
Sarah,
la profesora de guardia, siempre había sido la típica profesora
cuarentona que hace gracia y le cae bien a todos los alumnos.
Eso
muy enrollada, ella.
-Sigo
molando. -dice, ofendida.
Rio
por lo vagínis y veo como se habré la puerta de la sala.
Derek,
como no, mi fiel compañero.
Se
rie, de verme a mi, y se sienta enfrente miá.
-Hey
Sarah ¿Haciendo guardia? -le saluda a la profesora.
-Habrá
que ganarse el pan de alguna manera. -dice ella.
-Como
Peeta. -digo, en un momento de lucidez.
-¿Quien?
-preguntan los dos.
-Nadie,
nadie.
Sarah
vuelve su vista a la revista de deportistas. No es que sea una amante
del deporte, pero, ya me explico una vez, que es por los deportistas,
que son alegres a la vista.
Sarah,
y sus cosas.
-¿No
sera uno de tus amigos raros, no? -me pregunta Derek, en voz baja
-No,
vamos, ojalá, aquí iba a estar yo, sabes...
Se
ríe, y yo le sonrió.
-Esta
mañana, si no hubiese llevado a Alison al insti,
te hubiese llevado a ti.
-Anda
¿Y que soy yo? ¿Su sustituta?
-No,
mujer, mi amiga, mas que otra cosa.
-Ah,
ya creí, que por un momento te me estabas declarando de alguna
manera rara, de estas de hoy en día.
Los
dos reímos, y Sarah nos manda callar.
Hablamos
durante un rato de el papel maché, y suena la alarma.
Voy
a mi respectiva clase, y me siento al lado de Marta.
-Anda,
que que entrada, la tuya. -me dice, riendo.
-Ya,
ya lo sé, hubiese sido mejor si me hubiese dejado entrar.
Me
quedo embobada durante toda la clase de Latín, y luego durante la de
Sociología.
Mi
lápiz parece mas entretenido, todo hay que decirlo.
Suena
la alarma del recreo, y salgo como loca a por Lively.
-¡Lively,
hay, por fin te encuentro! -digo con tono de desesperación.
Se
me queda mirando con cara rara.
-Pero...
Si tu clase esta al lado mio...
-Si,
pero no veas para esquivar toda esa gente.
-Pero
si...
-¡Lively,
vamos a la cafetería, que muero por darle bocado a una ensaimada!
-Bueno,
vamos, no sea cosa que sufra alguna alma inocente un mordisco.
Vamos
a la cafetería, y voy a la barra a por una ensaimada.
-¡Hola,
Carl! -digo, animadamente.
-Hola
Claire ¿Y esta alegría a buena mañana?
-Es
que, como tu eres el dueño de esto, y de la comida, pues habrá que
ser simpática, haber si cae algún descuento.
Carl
ríe y me da una ensaimada.
-Lo
de siempre, como siempre. -me dice.
-Ahí
le has dado.
Le
doy el dinero y vuelvo a la mesa, donde esta Lively devorando su
bocata de forma agresiva.
-¡Lively,
luego me dices a mi, sabes! Tranquila, que no se irá a otra boca.
-Me
da igual. -intenta decir, tirándome migas a la cara.
-Bag,
bag, mi cara...
Nos
quedamos hablando de los frikis de las demás clases, y lo mal que
visten, hasta que suena otra vez la alarma y nos vamos de nuevo a
nuestras clases.
-Lively,
te echare de menos. -le digo, lloriqueando.
-Pero,
Claire, si serán solo dos horas.
-Ale,
ya has matado la magia.
Y
me voy a mi clase resignandome, y dejando a Lively ahí, con cara de
incomprensión total.
Me
siento en mi sitio, y Marta y yo hablamos sobre el las gomas de
borrar, y sus utilidades.
La
conversación no nos dura mucho tiempo, ya que solo tiene una sola
utilidad, borrar.
Y
me vuelvo a embobar.
Y
así, pasan las demás horas siguientes.
Voy
a por Lively, como siempre, y salimos de clase.
-¿Tu,
quedas esta tarde? -me dice.
-¿Yo?
-digo, volviendo a la realidad.
-Claro
¿Quien si no? -pregunta, con una ceja levantada.
-¿Arnold?
-¿Me
llamabais? -dice, Arnold, materializándose de la nada.
-Piérdete.
-le digo, de mala manera.
El
me mira mal, y se va.
-¿Quien
se cree, el niño ese...?
-Claire,
tía, a veces tan simpática, y otras, arruinas el día a la gente.
-Bah,
voy a ir al infierno de todas formas.
Lively
pone los ojos en blanco.
-Bueno
¿Quedas? -pregunta.
-No
sé, Liv, no apetece...
-¡Vaaaaaaaaaaaa!
¡Claire, no quieres hacer nada, eres una vaga!
-Doy
fe.
-¡Claire!
-¿Que?
-¡Que
quedes!
-¡Ah!
Bueno, bueno, si me lo pides así ¿Como deciros que no?
-¿Deciros,
por que hablas en plural?
-A
ti y a la vena que se te hincha cuando chillas.
Y
le salieron llamas por los ojos.
Yo
eche a correr, por la calle, con los brazos en alto.
A
los segundos me canse, y me gire hacía atrás.
Lively
se había ido, desentendiéndose por completo de mi, su amiga loca,
que corre por la calle con los brazos en alto.
Normal,
yo también lo haría, si pudiese.
Llegue
a casa, y me encontré en una absoluta soledad.
Oh,
soledad, bendita soledad.
Deje
mi mochila tirada en el recibidor, y fui a mi cuarto saltando y
bailando, celebrando mi soledad.
Deje
mi móvil y las llaves en la mesita, y cogí mi portátil.
Volví
al salón, bailando lo que era algo parecido al ballet, y me tire en
el sofá.
Abrí
el portátil, y directamente el twitter.
``@ClaireDavis
¿Que tal esta semana? Siento no haberte contestado antes :) xxx.´´
Ah,
que chico este, siempre igual.
``@zaynmalik
Nah, no te preocupes, yo bien ¿Y tu? ¿Que tal, estresado? Haha
xxx¨¨
Entonces,
abrí mas tweets.
``@ClaireDavis
aquí nadie tiene tu sentido del sarcasmo D:´´
Conteste.
``@Louis_Tomlinson
¿No? Pues vaya, te se hará larga la gira, haha, aquí nadie
persigue palomas, el otro día lo hice, y me miraron mal. Dales
recuerdos a todos, xxx´´
Mire
el perfil de Niall, y vi, una conversación con Bella.
Hum,
por lo que me había contado Bella, Niall no le había dicho mas de
quedar, y había estado raro con ella.
Tendría
que preguntarle al irlandés, de alguna forma sutil, haber que
descubría.
``@BellaBanx
¿Que tal todo por ahí (:´´
``@NiallOfficial
Bien, aunque se os echa de menos ¿Y tu? (:´´
Esta
chica, y sus indirectas.
``@BelindaBanx
aquí igual, aunque con tanto jaleo, casi ni tenemos tiempo de
pensar, haha xx´´
``@NiallOfficial
os tienen explotados, haha xx´´
Puse
los ojos en blanco.
Pedazo
conversación, si si, hay que ver.
Opte,
por mi bien, no mirar el twitter de Harry.
Tenía
muchísimos tweets mas, pero casi todos eran de directioners que me
preguntaban por ellos, o por Harry.
No
me gustaba contestarlos, ya que yo no tenía el por que.
Me
conecte a facebook, y Ali me dijo de quedar.
A
las 5 y media en casa de Bella.
Oug,
que pereza.
Mi
hermana hizo su aparición a las 3 y media, irrumpiendo mi feliz
soledad.
-¡Claire,
tengo hambre!
-Bueno...
¿Y yo que quieres que te diga? Ves a la cocina, y comes algo.
-¡Quiero
que me lo hagas tu!
-Pues
vas lista.
Y
me metí en mi habitación.
No
tenía hambre, así que ni comí, ni hice la comida.
Últimamente
no comía mucho, y había bajado de peso, pero es que me veía
incapaz de comer algo, no tenía hambre en absoluto, si comía, eran
en el instituto, pero el resto del día, mi hambre desaparecía por
completo.
Se
hicieron las 5 y cuarto, y yo ya llevaba un poco de retraso, como
siempre.
-Oh,
Cou ¿Que me pongo?
Y
un mando aterrizo en mi cabeza.
-Ya
no me hace daño, que lo sepas.
-Yo
lo sigo intentando.
-Que
maja eres.
-Si
eso ya lo sé.
-Recuerdo
aquel día, en el que tu me maquillabas y eramos hermanas felices,
ouf, pareció la semana pasada.
-Claire,
es que fue la semana pasada.
-¿A
si? Que despacio pasa el tiempo.
Mi
hermana puso los ojos en blanco y enchufo la televisión.
Opte
por la misma ropa de esta mañana.
Mi
móvil sonó al ritmo de Kings ans Queens.
Lo
descolge.
-¿Seh?
-¡Claire!
¿Donde estas?
Ui,
mierda, Lively.
-Emmmm,
por la calle ¿Por?
-Vamos,
que estas llegando ¿No?
-Si,
si..
-Estas
aun en casa ¿No?
-Puede...
-¡Claire!
Son las 6 casi.
-Hay,
lo siento, ya voy, ya.
-¡Ven
ya hostia! Que tenemos una sorpresa.
-¿Una
sorpresa? Ala, ya no voy.
-¿Pero...?
¿Tu eres tonta?
-¡Lively,
no me gustan las sorpresas!
-¡Que
vengas ya, si no quieres que unda la vida!
Esa
es mi amiga, amenazando como quien nadie sabe.
-Jo,
ya voy, ya...
-¡Ven!
Y
colgó.
Suspire,
y fui al recibidor.
Mierda,
las llaves.
Y
volvi a mi cuarto, a por las llaves.
Y
volví al recibidor.
-¡Me
voy! -chille abriendo la puerta.
-¿Y
me molestas para decirme eso?
-Seh.
Y
me fui.
A
los 5 minutos llegue a casa de Bella.
Lively
y Alice, me succionaron hasta el salón, literalmente.
-¡Ah!
Socorro, socorro, so.. ¿Zayn?
¡Ahí
estaba Zayn! Bueno, en realidad estaba dentro de la pantalla del
ordenador, bueno, en realidad no estaba ``dentro´´.
Estaban
haciendo una twitcam.
-¡Ah!
¡Claire! ¡Chicos, Claire ya ha llegado! -chillo, dentro de su
habitación.
Yo,
que permanecía aun en el suelo, mirando la pantalla de la tele (que
habían conectado a la torre del ordenador) impresionada.
-Pero
pero pero... -dije, aun en el suelo.
Lively
y Bella me ayudaron a levantarme, mientras los chicos se reunían.
-¡Ah,
Claire, Claire, hola! -chillo Louis, detrás de aquella enorme
pantalla.
Bella
tiene una televisión grande, muy grande, tienes que ladear la cabeza
para ir de punta de la pantalla a otra punta.
Bella
siempre ha tenido mucho dinero, solo hay que ver su casa.
O
mansión, llamalo como quieras.
-¡Hola
Louis! -le salude, moviendo la mano.
Este
sonrió.
Y
entonces entro Harry, y se sentó en la cama, al lado de Louis, y
sonrió.
Vaya
que sonrisa.
Por
un momento caí, basta de los recuerdos y la nostalgia, pero no iba a
dejar de ser fuerte, no tan cerca del olvido.
Cuando
todos nos saludamos, de una forma que a mi me pareció exagerada.
Y
no lo digo por que Niall se pusiera a llorar, no, que va.
-¡Ay,
chicas! Nos han pasado una de cosas..
-¡Pues
contar contar!
Y
nos contaron todo lo que les había pasado a primera semana de su
gira.
-¿Y...
Os atacaron?
-¡Estaban
locas!
-¡Si,
lo estaban, casi le arrancan la camiseta a Liam!
-¡Si,
casi, por un botón!
-¡Liam,
que te comen!
-Sabre
bien...
-Mmmm...
-¡Niall!
Todos
reímos.
-Y
también, salimos de fiesta, un día, ya que un patrocinador, o no se
que historias, nos invito.
-Louis
¿Que dices? Ese fue Paul...
-¿Que?
¿Y quien era ese tipo tan raro, que nos invitaba a cervezas?
-¡Louis,
que te querían envenenar!
-¿Pero...?
¡Si ese era yo! -dijo Harry.
-¿Si?
-¡Claro!
-Madre
mía, todo lo que tuviste que beber, Louis. -dije riendo entre
dientes.
Louis,
confuso, se froto la cabeza.
-Pues
no me suena, de verdad...
Continuamos
hablando, sobre sus ensayos, y la manía que había cogido Zayn de
chocarse con los espejos.
Cuando
el los ama.
-Me
han cogido manía, esta claro.
-Si,
Zayn, es que te tienen muy visto.
Puso
cara de espanto.
-¡Bueno,
bueno! Dejemos de hablar de nosotros.
-¿Que?
¿Por que?
-Por
que es hora de que nos contéis que habéis hecho vosotras.
-¿Nosotras?
Pero si nosotras no tenemos nada que contar.
-¿Como
no vais a tener nada que contar?
-¡Algo
habréis hecho!
Las
cuatro nos miramos.
-Pues,
no se...
-Bueno,
a mi lo mas interesante que me ha ocurrido, es encontrar una moneda
en el autobús. -dijo Lively.
-¿A
si? ¿Y que paso mas?
-Que
la perdí.
Pusimos
los ojos en blanco.
-Si,
tampoco es que asombre, que Lively pierda algo.
Y
un cojín fue a parar a mi cabeza.
-¡Ah!
Últimamente todo el mundo utiliza mi cabeza como proyectil, ¿Que le
veis?
-Pinta
de diana.
Le
toco el turno a Bella.
-Me
miráis como si tuviese el secreto de la vida.
-Parecido,
si.
-Pues,
a mi, no me ha pasado nada, de verdad.
-¿A,
si? ¿No has vivido durante esta semana?
-He
ido al instituto, si tu a eso, Zayn, lo consideras vivir, pues allá
tu.
-¿Y
este fin de semana?
-A
Claire le dio pereza salir, y nos quedamos en la casita de Bella, a
dormir.
-¿Si?
¿Y que hicisteis?
-¿Pues
no te lo estamos diciendo? Dormir.
-¡Ah!
Si, contamos historias de miedo. -salte yo.
-¡Ah,
contemos una, contemos una!
-¡No,
Louis, te le entra miedo a Ali!
-¿Y
a mi por que? -dijo la acusada.
-Por
que se te veía en la mirada, Ali, que se te nota.
-¡Mentira,
mentira!
-Jo
que no...
-¡Bueno!
Yo empiezo.
-Que
entusiasmo, Lively.
Apagamos
las luces de nuestras habitaciones, quedando solamente con una luz en
medio de la sala, como los chicos.
Era
como si estuviesen aquí, con nosotras, haciendo el tonto y contando
una historia de miedo.
Era
tan nostálgico.
Incluso,
a mi pesar, me incomodaba Harry.
Harry,
Harry, Harry.
Era
como escuchar su nombre, continuamente en mi cabeza.
Me
ponía de mal humor. ¿Que me pasa?
Por
una razón que no llegaba a comprender, tenia la necesidad de mirar a
Harry.
Pero
el, ni me miraba.
Claro,
ya se habría olvidado de mi.
¿Como
no hacerlo? Lo nuestro solo fue una diversión tonta.
Y
yo, como una tonta, incapaz de sacarlo de mi cabeza.
Maldito
fuese, claro que si.
En
esta semana había pensado mucho en ello, claro. No podía estar
enfadada con el toda mi vida. No es que no pudiese, por que claro que
podía, lo que no me sentía capaz de ello.
Quizás,
pudiésemos conservar una amistad, si, algún tipo de amistad.
Aunque,
al paso que voy, me quedaría por las esquinas asimilando que ahora
era una triste amiga mas.
Y
amigas, el, tenía muchas. Entonces yo sería una mas del montón,
como siempre había sido, claro.
Pero
aquella pelea de el Pub. No me lo podía creer.
¿A
si era Harry, en realidad?
Un
engreído.
No
me podía quitar aquella estúpida sonrisa que puso, esa sonrisa que
mostraba parte de sus dientes.
Todo
ego, el pareció todo ego.
Mi
cara puso una mueca de desagrado, al recordar esa sonrisa que me
reconcomía por dentro, y desencadenaba un odio terrible.
-Y
entonces, la chica entro en el ascensor, y encontró el espejo, con
muchas huellas, y...
-Pero,
Lively ¿Esa no es la escena de Reflejos en la que...?
-¡Liam!
¿Lo cuentas tu o yo?
-Bueno
bueno...
Y
Lively seguía hablando, y contando aquella historia.
Entonces,
Lively acabo de contar la historia, y todos saltaron, asustados.
¿Que
me había perdido?
Alice
corrió a encender la luz, y pudimos ver a una pobre chica temblando.
-Mira,
la que no tenía miedo.
Al
poco, nos despedimos todos, con llantos y lloriqueos.
-¡Os
echaremos de menos, chicos!
-¡Y
nosotros!
-¡Haber
si es verdad!
-¡Y
cuidado con las fans, que piden vuestras cabezas!
-Para
eso tenemos guardaespaldas, Claire.
-Bueno,
nunca se sabe.
Y
cerramos el twitcam.
Se
formo un vació en nuestros corazones, os lo digo yo.
Un
vacío que solo el hablar con nuestros amigos, llenaban.
Quizás
fuese hambre, aun no lo sabíamos seguro.
-Bueno
chicas, ya que la sorpresa a terminado, yo vuelvo a mi casa.
-Claire,
eres una aburrida.
-Llamalo
como quieras, pero yo me las piro.
Y
me fui de casa de Bella.
El
frío se caló en mis huesos.
Yo,
sabía de sobre, que aquel vacío no era solo por los chicos, tal vez
por uno en concreto, si.
Había
estado taaaaaan bien esta semana, sin pensar, solo viviendo el día a
día.
Pero,
ver a Harry, y al que no me mirase, si quiera, y actuase como si
nada, había sido peor que una patada en el estomago.
Me
ponía de tan mal humor, ese chaval.
Seguro
que ahora estaría con esa sonrisa triunfal, pensando en que yo
seguía pensando en el.
Seguro
que ya habría tenido mas de una conquista, seguro.
Bag,
que mal me ponía.
Con
tanto pensamiento, llegue a mi casa.
-¡Anda,
si yo tenía otra hija!
-Si
mama, sigo existiendo, gracias por darle tanta importancia.
-¿Pero
a ti que te pasa?
-¿A
mi? Nada ¿Que me puede pasar a mi? Nada.
-¿Nada
seguro?
-¡Que
si joder!
Y
fui a mi cuarto, cerrando con un portazo.
Me
tumbe en mi cama, evitando pensar en otra cosa que fuese la pared.
Al
poco entro mi hermana, y se puso a rebuscar entre las fotos que
habían en mi pared.
Levante
una ceja.
-Se
pide permiso antes de entrar, por educación, y esas cosas...
-¿Educación
como la que tu has tenido antes?
-Tu
no sabes nada, así que no hables.
Cogió
un par de fotos, y las miro.
-¿Que
miras? Quieres dejarlas, que si están ahí es por algo.
-Si,
eso parece.
Y
me las tiro a mi lado.
Las
cogí y las mire.
Las
fotos de Harry y miás.
Oh,
cuantos recuerdos.
Nos
las hicimos el primer día que vino a por mi, para ir a clase.
``-Es
alucinante
-Si,
bueno, me gusta recordar los mejores momentos de mi vida, y bueno
¿Que mejor manera que con una foto?
-Ninguna
-dijo, y se giro mirándome triste.
-¿Que?
-¿Mejores
momentos?
-Aha
-¿Y
no hay ninguna foto mía hay colgada? ´´
Desde entonces, seguían aquellas fotos ahí colgadas. Hasta ahora.
-El,
es ese ``nada´´ ¿No?
-Y
tu que sabrás, no lo entiendes.
-¿Por
que no iba a entenderlo? ¿Eh? ¿Por que siguen ahí, si habéis
cortado ya?
-No
hace falta que actúes como mi consciencia ¿Vale? Tengo una propia.
-Entonces,
te diré lo que aun no quieres aceptar.
-¿Y
tu que sabes, acaso estas en mi mente?
-No,
pero se perfectamente, que le quieres.
-Yo
nunca hable de quererle.
-Por
que eres una cobarde.
Me
levante y me puse enfrente de ella, echando chispas por los ojos.
-¡Y
tu que sabes! ¿¡Eh!? ¡No sabes lo que siento, ni lo que pienso!
-¡Que
he vivido 16 de mis años a tu lado, que te conozco!
-¡Tu
que vas a conocerme!
-¡Pues
mejor que tu, ya que estas perdida!
-¡Largo,
largo de mi habitación!
-¡No
quiero!
-¡Que
te vayas, que no te quiero aquí, largo, fuera, vete, vete con tus
teorías a otra parte!
-¡No!
Sentí
la mayor impotencia del mundo.
-¡Que
largo! ¡Eres la peor hermana del mundo! ¡Fuera, vete, vete a otro
sitio, lejos de mi!
-¡No!
-¡Estúpida,
fuera de aquí, aquí no te quiero, largo, vete, vete a otra parte, a
otro país, largo de mi vista!
Y,
con cara de indignación, se fue.
Y
con toda la impotencia del mundo, por aquellas palabras, me tumbe en
mi cama, a llorar en mi almohada.
¡Estúpida,
estúpida! No podía tener peor hermana.
Ahogue
un grito y le pegue un puñetazo al colchón.
¡El,
el tenía la culpa de todo!
Cogí
las fotos, y las rompí, en mil pedazos.
¡El
tenía la culpa! Por culpa de el, yo estaba así, por culpa de el,
había discutido con mi hermana.
¡Estúpido,
cabrón, imbécil! Como le odio, ojala nunca le hubiese conocido,
nunca me hubiese gustado, ni hubiese pasado todo esto.
¡Maldigo
el día en el que casi atropella a Pinki!
¡Claro!
Aquel estúpido chucho, el tenia la culpa... Si no se hubiese
escapado, todo esto no sucedería.
Y,
entre llanto y insulto, me dormí.
Cuando
sonó el despertador, me levante sin gana alguna.
No
tenía fuerzas, no podía.
Todas
mis ganas y fuerzas de empezar un nuevo día, quedaron como aquellas
fotos, rotas.
Mi
madre, al ver la hora que era, entro en mi habitación.
-Pero
bueno, niña ¿Tu has visto la hora que es?
-No,
mama, no tengo fuerzas.
-¿Como,
que no tienes fuerzas? ¿Que excusa es esa, para no ir a clase?
-¡Pues
una muy mala! -chillo mi hermana desde su cuarto.
Pum.
Mi cabeza.
Puse
cara de angustia.
Mi
madre, se acerco a mi, extrañada, y puso su mano en mi frente.
-Pues
tienes unos grados, si.
Mi
cabeza daba vueltas y vueltas.
Oh,
mundo, para, por favor.
-Quedate
hoy aquí, y mañana veremos.
-¿No
voy al insti?
-No,
no vas ¡Y mas te vale, que esta no sea una de esas trampas de los
adolescentes, para no ir a clase...!
-Que
no, mama, pero no chilles, por favor, que me explota la cabeza.
-Oh,
bueno, ya me voy, ya.
Y
se fue.
Cerro
la puerta de mi habitación.
¿Y
por que me encontraba yo, ahora así? ¿Esto era una especie de
complot que había organizado el mundo, contra mi? ¿O que?
Solo
el pensar, me producía dolores de cabeza y mareos.
Mis
pies se habían dormido, quedando aun con menos fuerzas.
Mi
habitación, quedo cubierta por un tono grisáceo, del cielo, y el
sonido de las gotas de lluvia contra el cristal de la ventana
producían un sonido que me encantaba.
Me
volví a dormir.
El
sonido de la voz de mi madre me despertó.
-¿Hum?
-dije, medio dormida aun.
-Claire,
quiero ponerte el ter momento.
-Vale..
Me
incorpore, con su ayuda y en puso el termométrico en la axila.
¿Como
podía tener tan poca fuerza? Me sentía tal débil.
El
termómetro pito, y el dolor de cabeza volvió a mi.
Mi
madre lo cogió, y lo miro.
Su
cara cambio, y se puso seria.
-Claire,
vamos al hospital.
-Mama,
que dices...
-Que
si, que vamos al hospital, ya.
La
mire extrañada, y ella me miro apurada.
-Venga,
vamos.
-Pero
¿Por que?
-Tienes 39 de fiebre, normal no puede ser ¿Tu como te sientes?
-Muy
débil...
Comprendí,
que normal, como ella decía, no era.
Me
vestí como pude, y fuimos en coche al hospital.
Allí,
me hicieron un análisis, y, en cuanto tuvieron las pruebas, me
ingresaron.
-Tiene
Anemia.
Fue
lo último que logre escuchar, después de dormirme de nuevo, por
culpa de un cansancio, que no podía ser bueno.
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